" KUNTA KINTE"
Buenos días a todos,
¿Recuerdas querido lector la historia de Kunta Kinte, el esclavo negro protagonista de la famosa serie de televisión Raíces, que fue llevada a la pequeña pantalla en el año 1977?
Si naciste en la década los 50 y 60 la recordarás perfectamente porque encogió el corazón de todos los españoles. La serie narra la historia de un chaval africano, natural de Gambia, que es apresado por cuatro salvajes hombres blancos cuando Kunta Kinte se hallaba en el bosque cogiendo madera para su familia. Torturado y maniatado fue introducido a bordo de un buque y llevado a través del Oceáno Atlántico a la ciudad de Maryland, Estados Unidos. Al llegar a la tierra prometida, la tierra de las libertades, fue vendido como esclavo a John Waller para que trabajase en sus plantaciones del Estado de Virginia. Ya dejaba de ser Kunta Kinte y se le impuso el sobrenombre de Tobby Waller. Pero Kunta se reveló, no aceptaba su esclavitud, odiaba que le pegaran, torturaran y sometieran, y bajo ese estado, intentó huir repetidas veces hasta que su amo para garantizar que no volviera e escapar le cortó un pié. Y así vivió hasta que falleció a la edad de 60 años. La historia ha sido contada por sus descendientes en la novela Raíces, y tuvo tal trascendencia aquella manifestación de lo que supuso la esclavitud en los Estados Unidos de América, que hoy hay hasta un memorial (creado en 1981) en su nombre en la famosa ciudad de Maryland.
Pero la historia de la esclavitud no acaba aquí.
La inmensa mayoría de las personas para conseguir unos ingresos económicos con los que satisfacer sus necesidades básicas y las necesidades que el propio sistema económico actual genera, necesitamos conseguir unos ingresos a través de un TRABAJO; entendiéndose por trabajo aquello que se realiza al margen de nuestros dones y talentos, porque si lo que desarrollamos los hacemos como expansión de nuestros dones y talentos entonces eso no se considera un trabajo, porque no conlleva ningún esfuerzo al surgir de nosotros con entusiasmo. Es decir, trabajo es desarrollar una actividad laboral disociada, desligada, de nuestros DONES y TALENTOS, de nuestras facultades y cualidades innatas, lo que conlleva esfuerzo, trabajo y sacrificio. Y hoy, en la sociedad actual, nos han convencido de que esto es normal y de que hemos nacido para vendernos como ESCLAVOS. Pero yo les aseguro que esto no es verdad. Nadie, ningún ser humano ha encarnado en este plano, para venderse a sí mismo como fuerza de trabajo. Es una falacia de aquellos que, apropiándose de todo, intentan vendernos.
La escasez y el trabajo es consecuencia de la apropiación por unos pocos de la riqueza colectiva y social. Esto es una manifestación del sistema socio-económico en el que estamos, desde su origen hasta hoy. Este sistema para su sostenimiento está en expansión, de hecho campa a sus anchas por todo el planeta y como se quiere maximizar los beneficios resulta que han aprovechado la tecnología para este fin. La característica más severa de este sistema, entre otras muchas, radica en el convencimiento hacia los demás de una CONSCIENCIA EGOCÉNTRICA. Es decir, al sistema le interesa que nos veamos como individuos al margen de la colectividad y que nos veamos a nosotros mismos como lo más importante del Universo y, que a partir de aquí todo lo que está a mi alrededor, incluidas las personas, están a mi servicio. En definitiva, al sistema le interesa la visión de que cada uno se vea como el centro del UNIVERSO, y que a partir de aquí, todo esté a mi disposición: la naturaleza, la madre tierra, los demás seres vivos, los seres humanos, etc... Todo se ha articulado para satisfacerme a mí y a mis necesidades.
Y ustedes me dirán.... ¿Pero cómo hago para vivir de lo que me gusta? ¿Como encuentro un trabajo que me ayude a poner de manifiesto mis dones y talentos, de tal modo que ya no sea un trabajo sino todo lo contrario, un No Hacer? ¿Pero si no hay nada en el mercado laboral que se asemeje, ni siquiera por casualidad, a lo que a mi me gusta?
Considero que, si alguno de ustedes piensa o cree que no puede desempeñar labor alguna que le permita expresar sus dones y talentos, esto no deja de ser un sistema de creencias, que en puridad, no es más que una falacia, una mentira en toda regla. Pero tranquilos, entonces desarrollen una actividad laboral, cualquiera, la que deseen pero que ésta, bajo ningún concepto, haga que te quites u olvides, que no practiques y compartas tus DONES Y TALENTOS, en la manera que consideres.
Llegados a este punto, si confiáramos en la vida, la vida nos va a dar lo que necesitamos para vivir, siempre de un modo y otro nos llegarán ingresos. Sin olvidar que lo que realmente necesitamos para vivir no es lo que el sistema, del que hablamos con anterioridad, dice que necesitamos para vivir. Mucho ojo con esto. El sistema nos lleva a pensar que tenemos unas necesidades básicas que debemos cubrir desde el derroche, y no desde la austeridad. Otra falacia. Todo lo contrario. Nada es más cierto que, en realidad la vida te dará todo lo que necesitas para vivir. Ahora bien la vida nos dará en la medida que necesitamos, sólo en esa medida.
Por ello, a colación de todo lo anterior, el quid de la cuestión no está en que trabajes o no sino en ser consciente de que no hemos nacido para trabajar, para vendernos como fuerza laboral, aunque nos vendamos, no hemos nacido como esclavos, como tampoco lo hizo KUNTA KINTE, y que además, el hecho de que decidamos trabajar porque necesitamos unos ingresos para realizar el pago del alquiler, hipoteca, préstamos, acreedores, etc... que nada de esto haga que olvidemos nuestros dones y talentos.
Busca en tu día a día esos dones y talentos, identificalos, ponlos en práctica y compártelos. Este es tu compromiso con la VIDA.¡¡
" Yo necesito pocas cosas y lo poco que necesito, lo necesito poco". San Francisco de Asís.
" Donde quiera que vayamos llevamos nuestra celda con nosotros; nuestra celda, en efecto, es el hermano cuerpo, y nuestra alma es el ermitaño que habita en ella para orar a Dios y para meditar." San Francisco de Asís.
De corazón a corazón. Feliz domingo.
Luisa del Toro.
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